domingo, 2 de enero de 2011

"LA DESPEDIDA"

HECHOS 20

“Cuando hubo dicho estas cosas, se puso de rodillas, y oró con todos ellos. Entonces hubo gran llanto de todos; y echándose al cuello de Pablo, le besaron” Hechos 20: 36-37

Después de una estancia de tres años en Éfeso, Pablo Hace un recorrido visitando las iglesias de Macedonia, para llegar después con las iglesias de Grecia. Su intención era embarcarse de Grecia hacia Siria, pero al enterarse de un complot de los judíos en su contra, decidió regresar por tierra de nuevo a Macedonia. Esto permitió seguir instruyendo a los hermanos de estas regiones y mucha convivencia entre el gran equipo misionero y pastoral que ya se había formado.
De Macedonia, Pablo se embarcó para cruzar el mar Egeo llegando a Troas, donde al menos 9 líderes cristianos de diferentes provincias donde Pablo había predicado la palabra habían llegado por adelantado para esperarlo en ese puerto. En esa ciudad estuvieron 7 días, concluyendo su estancia con la ya acostumbrada reunión dominical para partir el pan, en esta reunión de despedida ocurrió un suceso curioso, el joven Eutico murió de una caída desde un tercer piso al quedarse dormido, pero Dios en su gracia no permitió que la despedida de Pablo se recordara como tragedia, y este joven milagrosamente volvió a la vida.
Pablo y sus acompañantes partieron de Troas a Mileto, donde hicieron escala para despedirse de los ancianos (pastores) de Éfeso, aunque muy probablemente algunos de los 9 líderes que lo acompañaron desde Macedonia a Troas también llegaron a esta reunión, pues sospechaban que la mayoría de ellos ya no vería a Pablo de nuevo.
En su discurso de despedida, Pablo toca los siguientes puntos muy importantes:
• Les recuerda el ejemplo que les dio al predicar la palabra, “públicamente y por las casas, testificando a judíos y gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.” (V20-21)
• Les comparte que se dirige a Jerusalén donde le esperan prisiones y tribulaciones, pero va decididamente, ya que quiere terminar su ministerio con gozo.
• Les encarga que se cuiden a ellos mismos y a todo el rebaño donde Dios los puso como pastores. En especial de los lobos rapaces o falsos maestros que llegarán o incluso saldrán de las congregaciones.
• Les recuerda que su predicación no fue con intenciones de obtener ganancias materiales. “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Mas bienaventurado es dar que recibir.” (V35)
Después de este discurso, se puso de rodillas y oró con ellos en una conmovedora escena donde él con lágrimas en los ojos dice adiós a sus discípulos queridos, y ellos llorando, se despiden de su padre espiritual, su maestro, hermano y amigo “doliéndose en gran manera por la palabra que dijo, de que no verían más su rostro. Y le acompañaron al barco” (V38)
Enseñanzas:
• Satanás quiso usar a los judíos para hacer daño a Pablo y obstaculizar la predicación de la palabra de Dios, pero Dios usó este problema para bendición, ya que Pablo pudo convivir más tiempo con sus discípulos.
• Pablo ya no vería más a sus discípulos, por lo que cada punto del encargo es muy importante, en especial lo relacionado con la predicación: les enseñó a enseñar en eventos públicos y en las casas; así mismo les recalca lo indispensable para la salvación: arrepentimiento para con Dios y fe en Jesús.
• La familia espiritual, entre los hijos de Dios es el mejor lugar para encontrar las amistades más entrañables y sinceras.
• La despedida entre los hijos de Dios en realidad es un hasta pronto, como dice una canción “y si dejamos de vernos, nos vemos en la gloria, con nuestro Salvador, pues su promesa es fiel, que un día le veré tal como es Él”, no por eso deja de ser triste separarnos de los seres queridos.

ATENTAMENTE
"TRANSFORMADOS PARA SERVIR"

JOSÍAS I. GONZALEZ.

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