jueves, 6 de enero de 2011

"PREDICANDO EN PLENO JUICIO"

HECHOS 24

“Algunos días después, viniendo Félix con Drusila su mujer, que era judía, llamó a Pablo, y le oyó acerca de la fe en Jesucristo.” Hechos 24: 24.

Cuando Claudio Lisias se enteró de la celada planeada para matar a Pablo en Jerusalén decidió turnar el caso a instancias superiores. Por lo que escribió una carta al gobernador Félix y la envió junto con el prisionero a Cesárea. Para eso, tuvo que disponer de 200 soldados de infantería, 170 de caballería y 200 lanceros, es decir prácticamente la mitad de sus fuerzas en Jerusalén, que se estimaba en 1000 efectivos. Este despliegue de tan impresionante operativo militar muestra la magnitud del problema y del peligro al que Pablo estaba enfrentando.
El sanedrín, una vez repuesto de la nada favorable diligencia ante el tribuno, donde resultaron prácticamente desarmados, divididos y confundidos con la defensa de Pablo, ahora se reagrupan y se presenta un grupo mas reducido de ancianos, encabezados por el sumo sacerdote Ananías, quienes se hacen acompañar de un abogado versado en las leyes tanto romanas como judías llamado Tertulio.
Una vez de su introducción cargada de adulaciones al gobernador, Tertulio acusa a Pablo de tres presuntos delitos: 1) Sedición, 2) Sectarismo y, 3) Intento de profanación. Esta vez la parte acusadora presencia cargos claros y bien estructurados, pero al ser falsas las acusaciones, fueron muy difíciles de ser probadas.
La sedición era una falta contra la ley romana y el imperio, la cual era muy severamente castigada muy a menudo con la pena capital. Pablo en su defensa argumenta que tenía solo doce días de haber llegado a Jerusalén, parte de esos días estuvo preso y el resto del tiempo estuvo en Jerusalén para cumplir su propósito: adorar, hacer limosnas y entregar ofrendas, pero sin hacer ningún alboroto. En resumen tenía coartada perfecta para la acusación de mayor riesgo.
Pablo no acepta la acusación por sectarismo, sin embargo se confiesa seguidor “del Camino”, que para los judíos esto significaba herejía. Expone que ser seguidor “el Camino” no implicaba quebrantar la ley de Moisés; pues siguiendo “el Camino” servía al Dios de Abraham, Isaac y Jacob, creyendo en lo escrito en la ley de Moisés. De esta manera, Pablo niega haber infringido la ley Mosaica, por lo que no debía ser castigado como hereje por las leyes judías.
Trófimo, un griego de Éfeso había acompañado a Pablo a Jerusalén. Algunos judíos de Asia acusaron falsamente a Pablo de profanar el templo, pues pensaron que Pablo había metido a su acompañante gentil al templo. Ahora ante el gobernador, lo acusan de ‘intento de profanación’, seguramente quisieron rectificar un poco al darse cuenta de su error. Pablo también se defiende muy bien de esta imputación y señala a su favor, que quienes lo acusaron de esto no acudieron al juicio para ratificar o retirar los cargos.
A todas luces el veredicto de este juicio debería ser: INOCENTE. Sin embrago, el gobernador le dio largas al asunto por dos años, para no tener problemas con los judíos y para ver si podía conseguir dinero de Pablo.
Definitivamente la defensa de Pablo fue brillante, sin embargo esto no fue lo mas importante, lo más destacado fue que aprovechó el juicio para cumplir su propósito de vida: dar testimonio acerca “del Camino” ante los principales líderes políticos de su pueblo y de Roma. Muy respetuosamente confrontó al gobernador con su pecado y le expuso “el Camino”: “Algunos días después, viniendo Félix con Drusila su mujer, que era judía, llamó a Pablo, y le oyó acerca de la fe en Jesucristo. Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré.” (V25-25) Lamentablemente para el mismo, el gobernador no se arrepintió de su pecado ni recibió a Cristo como salvador.
Para imitar
• La forma de analizar la situación y las acusaciones de sus adversarios, y la manera de responder exponiendo pacíficamente, con inteligencia, sus argumentos.
• Pablo no permitió que la presión por defender su vida opacara su misión, principal que era el llamado a los hombres al arrepentimiento y presentar a Jesucristo como único camino a Dios. Aun bajo situaciones de presión extrema, no perdamos nuestro principal enfoque de vida.

ATENTAMENTE
"TRANSFORMADOS PARA SERVIR"

JOSÍAS I. GONZALEZ.

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