jueves, 16 de diciembre de 2010

"¿CÓMO OBTENER PERDÓN DE PECADOS?"

HECHOS 3

“A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.” Hechos 3:26
Noticias que hicieron historia:
• Hombre cojo de nacimiento sana inexplicablemente en Jerusalén. Solía pedir limosna en la puerta del templo conocida como “la hermosa”.
• El hombre afirma que Pedro y Juan, discípulos de Jesús, le sanaron tomándonosle de la mano al tiempo que dijeron “En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”.
• La noticia se esparció rápidamente por toda la ciudad, y una multitud se ha reunido en el pórtico de Salomón, donde se encuentra el hombre y los dos discípulos de Jesús.
El discurso de Pedro:
En medio de esta multitud, Pedro afirma que quien realizó milagro fue Jesús de Nazaret, esto los sorprendió aun más, ya que los presentes vieron morir a Jesús.
El apóstol, le dice con vehemencia que Jesús, recibió la honra del único Dios verdadero, del Dios de Abraham Isaac y Jacob, pero que fue rechazado por su propio pueblo. La mayoría de los presentes habían sido manipulados por los principales sacerdotes para obligar a Poncio Pilato a ejecutar a Jesús, Pedro en esta ocasión con valentía los confronta con su pecado y les recuerda que ellos habían elegido soltar al asesino Barrabás, matando al santo y al justo.
Aunque materialmente los presentes no mataron a Jesús, sí participaron en el homicidio, les dice “matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos” (V15).
Pedro enfatiza también un punto importante del mensaje: así como se profetizó en las escrituras la manera que Jesucristo nació y vivió entre nosotros, era necesario que Jesús padecería y resucitaría conforme a las escrituras.
Ante esta realidad la gente sentía todo el peso de la culpa por haber matado a nada mas y nada menos que al hijo de Dios, ¿Qué hacer? ¿Había alguna oportunidad de misericordia ante tal pecado? La respuesta de Pedro fue: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado” (V 19 y 20. )
¿Qué pasa si no hay arrepentimiento y no conversión? Pedro cita la escritura que dice que el rechazo a Jesucristo trae condenación: “y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo” (V23).
Conclusiones:
¿A dónde irás después de morir? ‘Al infierno con mis amigos, donde Dios me mande, no se, si me porto bien creo que al cielo…’ Estas son algunas de las respuestas comunes. Normalmente nos da temor cuando se toca el tema, si embargo, ¡Pedro nos invita que obtengamos un boleto para estar en la presencia de Dios! ¡Y también nos dice como!:
• “…para que sean borrados vuestros pecados…” Dios es santo, por lo que es requisito indispensable que quien quiera entrar a su presencia no traiga pecados, ni uno solo.
• “Así que, arrepentíos… Arrepentirse es el primer paso para ser perdonado, esto implica la decisión de abandonar los pecados que hemos cometido y estamos cometiendo. Implica confesar y pedir perdón directamente a Dios por nuestros pecados.
• “…y convertíos,…” Convertirse es cambiar la manera de pensar y de vivir, decidir ‘seré una nueva persona’. Esto solo puede lograrse con la ayuda de Dios, al convertirnos en discípulos de Jesús estamos dispuestos a oír y obedecer sus enseñanzas que nos harán nuevas personas.
• “…para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado” La entrada y presencia de Cristo en nuestro corazón nos transforma en nuevas personas, pero solo entrará en corazones arrepentidos y dispuestos a dejar transformarse por Él. Cuando pides perdón a Dios y con tu boca invitas a Jesús a limpiar tu vida, si aceptas su sacrificio en la cruz como pago por tus pecados, si le recibes con fe como el jefe de tu vida y como tu salvador, también ¡recibes el boleto para estar en la presencia de Dios para siempre!, es decir ¡la vida eterna!
Notemos que Pedro no dice que debemos practicar cierta religión, ni martirizar nuestro cuerpo ni hacer buenas obras para ganar la gloria. Las buenas obras son consecuencia y no el medio de la salvación.
¿Cómo obtengo perdón de pecados y vida eterna?
Si ya estás harto de estar harto, si te has dado cuenta que el problema real del sufrimiento humano es el pecado, te invito a que vayas a un lugar a solas con Dios como tu recámara y hagas una oración parecida a la siguiente, o que hagas tuyas sinceramente estas palabras en oración:
“Dios: reconozco que soy pecador, me siento mal por haberte ofendido con mis pecados, estoy arrepentido y te pido perdón por haber [mentido, lastimado a los demás con mi ira, adulterado, fornicado, porque he robado… ], quiero dejar la vida de pecado que llevo, quiero ser una nueva persona, perdóname por favor. Señor Jesucristo: creo viniste a morir por mí y que resucitaste para darme vida eterna, acepto tu sacrificio en mi lugar, entra a mi corazón y límpiame de mis pecados; te recibo, te acepto como el jefe y salvador de mi vida. ASI SEA”

ATENTAMENTE
"TRANSFORMADOS PARA SERVIR"

JOSÍAS I. GONZALEZ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario