sábado, 18 de diciembre de 2010

HIPOCRESÍA VS. ENTREGA

HECHOS 5

“Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.” Hechos 5: 3,4

La iglesia de Jesucristo recién formada crecía cada día en número, en conocimiento y en fe; tenían comunión unos con otros y el Señor Jesucristo seguía manifestándose con grandes señales y milagros. Sin embargo esta primera Iglesia en Jerusalén no estuvo a salvo de personas que actuaban con hipocresía, Ananías y Safira son un ejemplo claro, ellos vendieron una heredad, tomaron una parte y donaron el resto del dinero para las necesidades de la congregación, hasta aquí digamos que no hay nada de malo.
El problema es que ellos permitieron que Satanás los llenara de orgullo y codicia, al tratar de engañar al Espíritu Santo diciendo que estaban donando todo lo que habían obtenido de la venta, esto indica que en realidad su móvil no era ayudar, sino impresionar a todos con una falsa espiritualidad. El resultado es que al presentarse y manifestar su mentira murieron fulminados.
En contraste con estas personas hipócritas, había muchos que eran muy sinceros, dieron muestras de una fidelidad y entrega asombrosa, no solo de sus bienes, sino de su propia vida. Tal es el caso de Pedro y Juan, ellos fueron apresados nuevamente por el sumo sacerdote y los saduceos por predicar de Jesucristo. Ya habían sido encarcelados y juzgados en una ocasión.
Esta fidelidad a Cristo es respaldada por Dios, quien da una muestra de amor y cuidado de sus hijos, ya que un ángel de Dios va y los saca de la cárcel, y les dice: “Vayan al área del templo y cuéntenle a la gente todo el mensaje de la nueva vida” (V20 La palabra de Dios para todos)
El sanedrín (consejo o concilio de 70 principales sacerdotes) se reúne para juzgar al los apóstoles, ¡pero oh sorpresa! los cerrojos y puertas de la cárcel están en su lugar, así mismo la guardia, ¡pero los presos ya no están! Ahora estan predicando abiertamente en el templo. Esta noticia no tardaría mucho en llegar al concilio y son apresados de nuevo para comparecer. En este segundo juicio, el sanedrín le reclama el desacato, ya que les incomodaba sobremanera que se predicara sobre la muerte de Jesús, pues este mismo concilio fue el que juzgó y sentenció a muerte a Jesús.
“Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero. A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados” (V29-31)
Esta era una invitación al arrepentimiento y a aceptar la salvación en Cristo, lamentablemente ellos no lo hacen y consideran como buena opción matar a los apóstoles. Estos sacerdotes líderes estaban cegados, ya que pensaban que servían a Dios persiguiendo y tratando de detener el crecimiento de la nueva comunidad de fe; no obstante su error, Dios guía a su líder a una conclusión: “Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios.” (V38 y39)
Para reflexionar:
• Así como en la primera comunidad de discípulos de Cristo hubo personas con motivaciones equivocadas, también ahora crecerán juntos el trigo y la cizaña. ¿Sinceramente de cual clase somos nosotros?
• El relato bíblico narra que Satanás llenó el corazón de Ananías para mentir; también vemos el poder que el Espíritu Santo dio a los apóstoles para testificar y la intervención de los ángeles en la liberación y protección de los hijos de Dios. Esto muestra que hay actividad espiritual en nuestro diario vivir y que tenemos el poder de decidir que influencia atender, la de Dios o la de Satanás.


ATENTAMENTE
"TRANSFORMADOS PARA SERVIR"

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